jueves, 31 de marzo de 2011

Abbey Road


Cuando me decidí a participar en la ingente, ardua, imposible, pero divertida tarea de elegir los 50 mejores discos de la Historia del Rock, una iniciativa de The Best Music y de Freaky Boy Hood, sabía que me dejaría muchos fuera. En 55 años de rock’n’roll, se han hecho cientos de discos, muchos de ellos con la etiqueta, y con argumentos, de mejor de la historia. Qué frustración cada vez que en los comentarios, con toda la razón del mundo, te recuerdan los que has olvidado, o simplemente dejado fuera, porque no “cabían”. Ni siquiera en este blogguito cabrían los que merecerían estar y no aparecen. Desde Elvis a los Fleet Foxes, pasando por Buddy Holly, Orbison, Berry, Yes, Deep Purple, Moody Blues, Radiohead (¡ay Mr. Truffle!) … interminable la lista de maravillosos álbumes descartados.
Pero de lo que no tenía duda era del nº 1. A pesar de que los que me conocen saben que disfruto con todos y cada uno (incluyendo la sesión en la Decca) de los discos de nuestros héroes, mi preferido siempre será éste, seguramente por esas varias razones por las que un disco se puede convertir en especial. Cuando se publicó, hacía tres o cuatro meses que había fallecido mi padre. Vivíamos en Cádiz y nos tuvimos que trasladar al pueblecito (San Juan del Puerto, Huelva) donde aún, a pesar de todo, sigo viviendo. Cuando llegué, todo era desolación en mí. Con 11 años, sin amigos, muchos me llamaban mariquita porque tenía el pelo largo (¡1969!), sin papá…
Y en ésto, un maravilloso día, escucho de mi único compañero, un sencillo transistor Phillips: “¡Acabamos de recibir el nuevo disco de Los Beatles, se llama Abbey Road, nombre de la calle donde tienen su estudio de grabación, en Londres! El tema que abre el álbum y que saldrá como single en España se llama…”. Imaginaos la situación, la impresión fue mayúscula.



Me ha acompañado hasta hoy. Lo único que se necesita para hablar de su calidad es nombrar el título de las canciones, una por una… Para qué alabar sus voces (¿voces?, ¿acaso Because?), sus guitarras, sus baterías, sus teclados, ¿sus bajos?, psss. Sus letras, su buen humor, amor, dolores e ironías. Su clase. Su sir George Martin, bueno...
La anécdota.
Quedé fascinado (en aquella época ya era un consumado beatlemano, gracias a mi hermano mayor) con este disco sublime y reparador, con la portada, con los estudios y con ese paso de cebra. La primera vez que fui a Londres, en 1976, lo primero que hice fue ir a cruzarlo. Estaba exactamente igual que en la famosa foto de Macmillan, hoy en día algo cambiado. Una vez allí, con la inocencia y la ilusión de 18 años, me dirigí decididamente, atravesando la verja, hacia la puerta principal de los estudios. “Eh, detente. No se puede pasar. Este es un lugar de trabajo”. En aquella época, solían trabajar por allí Paul McCartney, George Harrison, Pink Floyd, Alan Parsons, Cockney Rebel, Yehudi Menuhin, Stephane Grappelli, …
Cada vez que lo intentaba, año tras año, siempre recibía la misma respuesta: -“Lo sentimos. No se puede.” -“Algún día podré”, pensaba yo, mientras me conformaba con cruzar, otra vez más, el paso santo. Por cierto, se dice que en todas las cabezas de los que cruzan siempre suena “Come Together” (shhhhhoot me duddu dudum…).



… En la foto, con Kathy Varley, auténtica apple scruff (esas que estaban días y noches en la puerta, a las que George dedicó una preciosa y simpática canción con ese título), ahora relaciones públicas de Abbey Road y responsable de la presentación de la 1ª edición en CD (como queda especificado en los créditos) del Sgt. Pepper’s, visitando el estudio 1. Es el más grande de los cuatro con los que cuenta en la actualidad. Aquí graba, por ejemplo, la Orquesta Sinfónica de Londres. Los Beatles solían grabar en el estudio 2, pero aquí hicieron, para la televisión, A day in the life o All you need is love. Por fin, trabajito me costó, pude… en abril de 1991 (It was twenty years ago today…).
En esos momentos, mientras nos hacían la foto, estaban grabando por allí el grupo sueco A-Ha y un tal Roger Daltrey…

lunes, 21 de marzo de 2011

(Y 2) Los Módulos Beatles


1978. En medio mundo la fiebre disco arrasa de la mano de los Bee Gees (triste episodio que nubló un montón de años de calidad en sus trabajos anteriores), Donna Summer, los Village People (¡!) o Boney M. En Inglaterra, algo infectados, entierran al punk y nacen cosas como Da ya think I’m sexy de Rod Stewart y Miss you de los Rolling. Por otra parte, la corriente glam también gana adeptos gracias a Bolan, Bowie o Roxy Music.
En el lado convencional nos podemos encontrar a Clapton con su Lay Down Sally, Rafferty y su Baker Street y a Al Stewart celebrando el año del gato.
Ajenos y pasando de modas, Paul celebra la gran acogida, por parte de la crítica, de su London Town. George graba los temas de lo que sería su siguiente álbum, homónimo. Ringo, produciendo desde su recién inaugurada productora Ring O’ Records, y John, de amo de casa.
Y en España, los Módulos graban su último disco (mucho después se volvieron a reunir pero ya sin Pepe Robles). Como despedida, quieren dejar un homenaje a los Beatles, no con alguna magnífica versión como en su primer y legendario LP (post anterior), sino creando un tema para la ocasión, titulado expresa y simplemente “Beatles”.
Como no estaba en la red, decidí subirlo (y lo conseguí tras 35500 intentos). Le puse algunas imágenes para ilustrar la letra y aquí lo tenéis, como os prometí.
Viajemos hacia aquella época y disfrutemos de este entrañable y bonito tema.

domingo, 13 de marzo de 2011

Los Módulos y Los Beatles


Los Módulos, tal vez el mejor grupo español de la historia, comenzaron su fantástica carrera allá por el año 1969. Desde sus primeras grabaciones, demostraron una originalidad y calidad que los convirtió en el grupo más reconocido de la época, teniendo a Pepe Robles (maravilloso cantante y genial guitarrista) y Tomás Bohórquez (espectacular y creativo teclista) como los miembros fundamentales y que se mantuvieron hasta el final. Otros miembros significativos fueron Juan Robles Cánovas, batería (posteriormente en CRAG), José Luis Campuzano "Sherpa" (Barón Rojo), bajo, o Juan Antonio García Reyzábal, multiinstrumentista.
Con una música donde mezclaban el rock sinfónico con el pop más elegante, con pasajes románticos y melancólicos, con cadencias y cambios de ritmos, con el sello inconfundible de la voz con vibrato de Robles y el espectacular Hammond de Bohórquez, obtuvieron una gran acogida con casi todos sus singles (Todo tiene su fin, Solo tú, No quiero pensar en ese amor, …), aunque era en sus LPs donde desplegaban realmente todo su potencial creativo.
En sus fructíferos diez años de andadura, Los Módulos siempre mostraron su admiración por los de Liverpool. Ya en su primer álbum (Realidad, 1970, imprescindible) incluyeron dos de las más originales y bellas versiones que se hayan grabado jamás de canciones de Los Beatles,Yesterday y Hello Goodbye. A pesar de lo complicado que pueda parecer ser originales con estos clásicos, ellos lo consiguen. Hay mucha creatividad en el grupo. Escuchen.





Pd: Amenazo con poner, próximamente, el tema que incluyeron en su álbum de despedida, titulado, simplemente, Beatles.